Memoria viva Films te da varios trucos para invertir en recuerdos, un valor fundamental de futuro. Ya lo decía Córtazar: es cuestión de tiempo.
El famoso escritor argentino, Julio Cortázar (1914-1984), escribió una de las obras cumbre de la literatura universal, Rayuela. En el capítulo XXI de esta novela encontramos un párrafo que describe perfectamente cómo, a medida que avanza la edad, los recuerdos pasan a ser el alimento de nuestros días.

Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos…
“Rayuela”, Julio Cortázar (1963)
Es una cuestión fisiológica, a cierta edad es complicado fabricar nuevas viviencias en base a acciones, así que es más práctico repasar las vivencias pasadas. Hay varias formas de asegurarnos de que, llegado el momento, tendremos esos recuerdos a mano:
- Entrena: La memoria es necesaria justamente a una edad en que se ve afectada. Por eso, no dejes de entrenar la memoria: es un músculo que se refuerza a base de pequeños ejercicios (aprende poemas, lleva la lista de la compra en la cabeza…)
- Actúa: Es necesario llenar nuestra vida de momentos memorables, que sería lo mismo que invertir en un plan de pensiones emocional. ¿Estás dudando sobre hacer o no algo? Eso es que hoy aún puedes hacerlo. Hazlo.
- Guarda las pruebas: cartas, fotografías, notas, documentos, canciones… A estos objetos los llamamos “recuerdos” porque nos ayudan a recordar. Imagina tenerlos todos juntos en una película, sería como una orquesta de recuerdos.
Memoria Viva Films te permite, a ti o a tu familiar, por medio de un documental, disfrutar los capítulos de tu vida cuando ya no es posible estar por ahí corriendo nuevas aventuras. ¿Imaginas un regalo mejor para tu famililar anciano que hoy se sienta a pasar los días recordando?
Recuerda: entrena, actúa y guarda las pruebas.
6 ideas sobre “Cortázar: Cada vez iré sintiendo menos y recordando más”
No creo que se sienta menos, se sentirá diferente. Pero el tipo de vivencias que tengamos y sobre todo los recuerdos que guardemos serán el filtro que determine los nuevos sentimientos. Por eso es tan importante atesorar los buenos.
Creo que lo has explicado mucho más claramente que Cortázar. En su época se llevaba más la poesía que el copywriting 😉 Gracias por tu comentario, estoy totalmente de acuerdo con tus palabras.
No creo que esté reñido el sentir nuevas vivencias con recurrir a los recuerdos. Ambas realidades forman parte de nuestra vida, es más, las vivencias de hoy serán los recuerdos de mañana. Yo prefiero los recuerdos, es algo seguro, aunque muchas veces los idealizamos. En cambio, planificar vivencias nuevas es una lotería. Lo mejor mientras vivamos es seguir adelante improvisando, planeando nuevas vivencias a la vez que vamos atesorando más recuerdos con los que disfrutar cuando las fuerzas no nos permitan generar más. Para esto Memoria Viva es indispensable.
Me parece un propósito maravilloso: improvisar y atesorar el producto de esas improvisaciones en la memoria. ¡Gracias por tu propuesta!
en recuerdo a un amigo del Makalu, (Himalayas) que ya no comparte el camino de esta vida.
Una tarde
¡¡ que lejos!!
Era un verano.
Corría el agua laderas abajo.
Había pinos y mucho sol.
Veníamos de las cumbres.
Cansados.
Con los ojos llenos de luz,
la risa en la boca
y el amor en los brazos.
Juntos al agua clara
que canta entre piedras
y sueña en remansos
reposamos los cuerpos.
¡¡No había otro cielo más bello
que aquel cielo nuestro tan alto!!
”Ni pinar tan esbelto,
ni brisas y sombras más dulces!!
Soñamos.
Largamente, tranquilos.
¡¡que la vida era nuestra
y el dolor y los años
patrañas que cuentan los viejos y los calendarios!!
No podía morir nuestra fe,
ni podía acabar en ensueño,
ni romperse el hechizo en pedazos.
La sangre, los ojos, los labios,
serian eternos,
porque Dios y la vida
eran nuestros hermanos.
y el agua, las ramas, las cimas, los pájaros,
elementos de una sinfonía
creada para nosotros.
¡¡¡¡Sin embargo……………!!!!!
kissgordito
Sublime. ¡Gracias!